Datos del documento
- Original, título
- Viva l'anarchia: romanzo di un viaggiatore in poesia
- Original, fechas
- 1ª edición: 1921 (Florencia: Bemporad e Figlio ; A. Vallecchi)..
- Lugar de publicación
- Madrid
- Editor/Impresor
- Editorial América (editor)
- Fechas
- [1920 ca.] [edición]
- Edicion
- 1ª ed.
- ISBD
- ¡Viva la anarquía! [novela] / Mario Puccini ; traducción de J. Sánchez Rojas ; [prólogo de Enrique Diez-Canedo]. — Madrid : Editorial-América, [s.a.]. — 314 p. ; 19 cm.. — (La Novela para Todos; 12)
- Fuente
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- Descripción del contenido
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- Portada: «LA NOVELA PARA TODOS | MARIO PUCCINI | ¡VIVA LA ANARQUÍA! | (NOVELA) | Traducción de J. SÁNCHEZ ROJAS | EDITORIAL-AMÉRICA | MADRID».
- Preliminares del editor o del traductor: «Prólogo» (3-7): inc. «La traducción de este libro —el primero de Mario Puccini que aparece en lengua española y, seguramente, no el último— no singifica tan sólo el pago de una deuda de gratitud.», expl. «y acaso la novela que está en vías de publicación, «Dove è il peccato è Dio», mostrándonos la faz religiosa de su pensamiento, venga a marcar con rasgos definitivos la fisonomía serena y pensativa de este nuevo escritor. | Enrique DÍEZ-CANEDO». Dedicatoria manuscrita del autor a Blasco Ibáñez: «Al Maestro Vicente Blasco-Ibáñez su devoto y fiel admirador italiano. Puccini. Falconara, Marche, 2 nov. 22».
- Texto: (9-314): inc. «En una antigua y destartalada calle de Milán tenía yo una tiendecita de libros; nadie hubiera dicho que la tal calle formara parte de una población de la improtancia de Milán», expl. «Como hormigas; mas las hormigas que sobrevivieron al destrozo, bien pronto socavan la tierra en el mismo lugar o en otro para rehacer su casa. | FIN».
- Ejemplares
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- BV: CV 15404*
- BNM: 2/89935
- Colegio de Mexico
- Nortwestern University
- RE
- Observaciones
Aparece como único autor José Sánchez Rojas, pero en la contraportada del libro de Panzini El mundo es redondo figura también Cansinos Assens y lo mismo en otros de la misma editorial.
Traductor
Sánchez Rojas, José 1885 - 1931
Originario de Alba de Tormes (Salamanca), fue discípulo y amigo de Unamuno, con quien intercambiaba libros de autores italianos. Tras acabar Derecho en la Universidad de Salamanca y doctorarse en Madrid, se trasladó con una beca al Colegio de España en Bolonia, donde se empapó de la lengua y la cultura italianas hasta el punto de convertirse en su difusor vocacional una vez retornado a España en 1907. Transgresivo y bohemio, fue encarcelado en 1917 y desterrado a Huesca en 1926 por defender públicamente a Miguel de Unamuno, desterrado a su vez en 1924 por Primo de Rivera. Trabajó como cronista político y recensor literario en numerosos periódicos de Madrid y Barcelona. Murió en Salamanca, donde había ido para participar en un homenaje a Unamuno (falleció la noche antes, el 31 de diciembre de 1931). Escribió: Tratado de la perfecta novia; Paisajes y cosas de Castilla; Sensaciones de Salamanca; Las mujeres de Cervantes (por encargo de Montaner y Simón y que dejó inconclusa); Elogio a Gabriel y Galán; Elogio a José Sánchez Ruano; Castila y Cataluña; A propósito de los exámenes.
Otras traducciones
- Breviario de estética, 1ª ed. ([1916?])
- Breviario de estética, 2ª ed.? (1923)
- Breviario de estética, 4ª ed.? (1939)
- Breviario de estética, 3ª ed.? (1938)
- La vida es sueño, Don Quijote y otros ensayos, 2ª ed. ([1918])
- “La vida es sueño” de Calderón, 1ª ed. (1909)
- Don Quijote, 1ª ed. (1909)
- Estética como ciencia de la expresión y lingüística general, 2ª ed. (1926)
- Estética como ciencia de la expresión y lingüística general, 1ª ed. (1912)
- El crepúsculo de los filósofos, 2ª ed. (1918)
- El crepúsculo de los filósofos, 1ª ed. (1912)
- El príncipe, 3ª ed. (1936)
- El príncipe, 2ª ed. (1934)
- El príncipe, 1ª ed. (1924)
- El sindicalismo, 1ª ed.? (1921)
- Lo trágico cotidiano ; El piloto ciego, 1ª ed. (1909)
- La política clerical y la democracia, 1ª ed. (1911)
- España en la vida italiana durante el Renacimiento, 1ª ed.? ([1925])
- Carta de amor a las modistillas, 1ª ed. (1925)
- Carta de amor a las modistillas, 2ª ed. (1930)
- El XI Congreso médico internacional y la Exposición de medicina en Roma, 1ª ed. (1894)
- Por la defensa de Venecia, 1ª ed. ([1918])
- Historias inverosímiles, 1ª ed.? (1919)
Autor
Puccini, Mario 1887 - 1957
Otros responsables
Bibliografía
Estudios sobre el traductor
-
Moreiro Prieto, Julián, Sánchez Rojas, Crónica de un cronista, Salamanca, Publicaciones del Centro de Estudios Salmantinos; 40, 1984.
Textos
Prólogo
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La traducción de este libro —el primero de Mario Puccini que aparece en lengua española y, seguramente, no el último— no significa tan sólo el pago de una deuda de gratitud. Sabido es, que entre los escritores italianos que hoy prestan decidida atención a las letras de España, Mario Puccini ocupa un lugar muy señalado. Y que, entre nosotros, sus crónicas de «La Pluma» son algo más que información escueta de novedades; son perspectivas abiertas hacia el alma de un gran pueblo que ha transmitido siempre al nuestro sus vibraciones y del que, a decir verdad, nos habíamos alejado un poco.
Bastarían estas razones para justificar el trasplante de «¡Viva la anarquía!», si no existiesen otras más poderosas y sustantivas: el propio valor del libro, su personalidad, reveladora de un aspecto, interesante para todos, de la inquietud universal.
A estas horas hemos saboreado ya, probablemente,
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todos los libros de la guerra. No es fácil que esté aún, por ahí escondido otro que nos la haga ver distinta de como la vemos en esas páginas nuevas que nos la pintaron de tristes colores. Páginas escritas por combatientes e impresas tal vez entre alarmas, nos han dado la sensación próxima de lo que antes de veía con los matices de ensueño propios de lo lejano; nos han hecho ver la guerra fea. Entre esos libros no falta alguno de Mario Puccini.
Pero «¡Viva la anarquía!» no es un libro de guerra, sino de postguerra. Toca, pues, a las más ardientes preocupaciones del instante. Viene a su hora. Quien lo lea, reconocerá en él algo propio y sentirá en la voz del que narra el temblor del testimonio vivo.
Desenvuelto en forma novelesca, en episodios sucesivos, con frecuente mudanza de personajes y escenario, el libro de Puccini es un libro serio. Así son las novelas mejores. Su Italia, esa Italia trepidante aún, como el automóvil recién parado, polvoriento y salpicado de lodo tras la carrera vertiginosa, ¿es sólo Italia?
Hay en el acento de este escritor algo que, desde luego, nos infunde seguridad y confianza. Sus hombres y sus paisajes son trasuntos fieles de una realidad vista varonilmente, sin tropezar en minucias, y a la par, humildemente, sin pretensiones de superarla, Por esto mismo nos afecta, nos atañe más. Sin poder evitarlo, comparamos
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este panorama espiritual que nos hace ver el libro con el panorama español, más cercano a nosotros.
España, es verdad, no ha llegado a la guerra. Pero cuando hay guerra en el mundo y es guerra como la pasada, no queda nadie en paz. Imaginariamente vamos poniendo nombre español a las personas y a los lugares geográficos que el autor nos da a conocer. Y por los campos, entre las multitudes, vemos destacarse una figura eminentemente española abrasada en sed de justicia: la figura de Don Quijote.
Hay en un libro de Puccini, que marca el comienzo de su madurez de escritor, en «Foville», publicado en 1914, una evocación precisa del héroe manchego; el cual anda también por las páginas de «¡Viva la anarquía!» no sólo en alguna alusión episódica sino, principalmente, en el espíritu. Aquí encontramos más de un Cardenio y más de un Caballero del Verde gabán; aquí hay aventuras de galeotes y donosos escrutinios. ¿Y qué era, en suma, nuestro ingenioso hidalgo, sino un viajante de poesía? Pero, y esto es lo que verdaderamente vale, si el libro es quijotesco por el espíritu, no hay en él asomo de imitación, remedo literario.
Y hénos aquí, por este camino, en el otro interés que, en opinión nuestra, tiene para los lectores de España el relato de Mario Puccini. Podemos considerarlo como exponente de nuevas
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tendencias, harto distintas de las que hasta nosotros habían llegado en representación de la reciente literatura italiana.
Teníamos a D'Annunzio, y también esas obras de arrabal dannunziano con que los Sen Benelli y los Guido da Verona cambian en moneda menuda los altos tipos de fino cuño. Los nuevos escritores de Italia sienten ya el cansancio de esas preocupaciones de belleza arquetípica superhumana, la repugnancia de ese arsenal decorativo, el desdén de la sugestión puramente sensual. Así Mario Puccini. Muchos pasajes de su libro ponen de manifiesto la disolución de aquellos ideales estéticos, el punto de corrupción a que han llegado. Y, al lado de esto, sentimos latir en sus capítulos el ansia de una aceptación total de la vida, un concepto del mundo, en suma, harto más complejo y difícil, porque implica una profunda renovación de los valores morales y un arte mucho más austero que, como le decía una vez Ugo Ojetti a Mario Puccini, "se obliga a una divisa de humildad."
Pero el que se interese por esto bien hará en buscar cierto escrito de Puccini que con el título de «Gabriele D'Annunzio o historia de una antipatía», salió a la luz en la revista madrileña «La Pluma». Aunque quizá le basten las ideas literarias de alcance general expuestas a lo largo de este libro, que ha de ser, sin duda, uno de los capitales de su autor.
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Algunos otros hemos citado ya en este prólogo, que de ningún modo pretende ser un estudio completo del joven escritor italiano. Mario Puccini, que ha publicado ya una docena de volúmenes, está hoy en toda la fuerza de su producción.
Después de «¡Viva la anarquía!», una colección de cuentos, «Racconti cupi», acentúa su manera escueta y varonil; y acaso la novela que está en vías de publicación, «Dove è il peccato è Dio», mostrándonos la faz religiosa de su pensamiento, venga a marcar con rasgos definitivos la fisonomía serena y pensativa de este nuevo escritor.
Enrique DÍEZ-CANEDO
- Localizacion
- p. 3-7
- Localizacion
- p. 3-7