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Datos del documento

Original, título
Rime (XX, XXVII, XXIII, XXVIII)
Original, fechas
1ª edición: 1789; 2ª parte, póstuma, 1802. Edición de base: Satire e poesie minori di Vittorio Alfieri, Firenze: Barbera, 1885 (Biblioteca Diamante).
Lugar de publicación
Palma de Mallorca
Editor/Impresor
Amengual y Muntaner (editor)
Fechas
1891 [edición]
Edicion
1ª ed.
ISBD
Sonetos / trad. por J. L. Estelrich. En: Poetas líricos italianos / traducidos en verso por J. L. Estelrich. — Palma de Mallorca : Amengual y Muntaner, 1891. — 218 p. + 8 de Índice ; 16 cm. — (Biblioteca literaria ; 1). — p. 91-93.
Verificada
✔️
Descripción del contenido
  • Portada: «SONETOS».
  • Texto: (91), inc. «Si te amo? ¡Oh mi amor! Palabra humana...», expl. «fuera muy poco el exclamar: te amo». || (91-92): inc. «Si dejaré de amarte? Antes del cielo...», expl. «...tuyo será, no de otra, mi suspiro». || (92): inc. «En esa larga fecha ya pasada...», expl. «hoy comienzo á exclamar que al fin yo vivo». || (93): inc. «Y si es verdad que al estrellado cielo...», expl. «...Salvarse el alma por su amor espera».
  • Portada (parte): «SONETOS».
  • Texto (parte): (91), inc. «Si te amo? ¡Oh mi amor! Palabra humana...», expl. «fuera muy poco el exclamar: te amo». || (91-92): inc. «Si dejaré de amarte? Antes del cielo...», expl. «...tuyo será, no de otra, mi suspiro». || (92): inc. «En esa larga fecha ya pasada...», expl. «hoy comienzo á exclamar que al fin yo vivo». || (93): inc. «Y si es verdad que al estrellado cielo...», expl. «...Salvarse el alma por su amor espera».
Ejemplares
  • BUB: D-405/5/28* (falto de portada)
  • BUIslas Baleares
  • CSIC
Observaciones

Los cuatro sonetos, numerados con cifras romanas, van precedidos por la traducción de “La educación”, ya publicada en la Antología de 1889, al igual que los primeros dos sonetos: “Si te amo?...”, y “Si dejaré de amarte?...”

Traductor

Estelrich y Perelló, Juan Luis 1856 - 1923

Literato y hombre polifacético. Nacido en Artá (Palma de Mallorca). Durante los estudios de bachillerato en Palma inició su amistad con el poeta Miquel dels Sants Oliver. Cursó estudios en las universidades de Barcelona y Madrid, de derecho, diplomática y notariado. En estas universidades trabó también algunas amistades fundamentales en su vida: Antonio Rubió y Marcelino Menéndez y Pelayo, tan importante por ejemplo en la compilación de su "Antología de poetas líricos italianos". Fue profesor de literatura en institutos generales y técnicos en Cádiz, Soria y Mallorca. Desde muy joven manifestó un gran interés por la literatura española y por algunas extranjeras, especialmente la alemana y la italiana. Del alemán tradujo los "Cuadernos de viaje" de Heine y las "Poesías líricas" de Schiller, entre otras. En relación con la literatura italiana publicó en 1889 su voluminosa (884 p.) "Antología de poetas líricos italianos traducidos en verso castellano", sufragada por la Diputación de Palma de Mallorca, que comprende centenares de traducciones de obras poéticas italianas desde el siglo XIII hasta el momento de su publicación, correspondientes a un elevado número de traductores, entre los que destaca él mismo por el número de ellas; "Poetas líricos italianos" (Palma, 1891), integrada exclusivamente por poesías traducidas por Estelrich; "Influencia de la lengua y la literatura italiana en la castellana" (Madrid, 1913). Es autor asimismo de colecciones de poesías en lengua castellana: Primicias (1884), Saludos (1887), Poesías (1900), muchas de ellas traducidas a otras lenguas (francés, alemán, italiano, húngaro, latín).

Otras traducciones

Autor

Alfieri, Vittorio 1749 - 1803

Bibliografía

Estudios sobre el traductor

  • Baasner, Frank & Francisco Acero Yus (dirs.), Doscientos críticos literarios en la España del siglo XIX, Madrid-Darmstadt, CSIC, Instituto de la Lengua Española-Wissenschaftliche Buchgesellschaf, 2007.

Textos

Original

ALFIERI

XX

S'io t'amo? oh donna! io nol diria volendo.
Voce esprimer può mai quanta m'inspiri
Dolcezza al cor, quando pietosa giri
Ver me tue luci, ove alti sensi apprendo?

S'io t'amo? E il chiedi? e nol dich'io tacendo?
E non tel dicon miei lunghi sospiri;
E l'alma afflitta mia, che par che spiri,
Mentre dal tuo bel ciglio immobil pendo?

E non tel dice ad ogni istante il pianto,
Cui di speranza e di temenza misto,
Versare a un tempo, e raffrenare io bramo?

Tutto tel dice in me: mia lingua intanto
Sola tel tace, perchè il cor s'è avvisto,
Ch'a quel ch'ei sente, è un nulla il dirti: Io t'amo.

XXVII

Cessar io mai d'*amarti*? Ah! pria nel cielo
Di sua luce vedrai muta ogni stella,
Lo gran pianeta, che ogni cosa abbella,
Ingombro pria vedrai d'eterno velo:

Pria verran manco, al crudo verno il gelo,
Erbette e fiori alla stagion novella,
Al mio signor faretra, arco, e quadrella,
Giovinezza e beltade al Dio di Delo.

Cessar d'amarti? o mia sovrana aita,
Di', non muovon da te l'aure ch'io spiro?
Fonte e cagion non mi sei tu di vita?

Principio e fin d'ogni alto mio desiro,
Finchè non sia da me l'alma partita,
Tuo sarà, nè mai d'altra, il mio sospiro.

XXIII

Già cinque interi, e più che mezzo il sesto
Lustro ho trascorso, e dir non oso: Io vissi;
Che quanto io lessi, vidi, appresi, o scrissi,
Or sento essere un nulla manifesto.

Appresi io mai ciò ch'ora apprendo in questo
Celeste sguardo, in cui miei sguardi ho fissi?
Pria che a' tuoi rai, mio Sol, le luci aprissi,
S'io chieggo a me: che fui? muto mi resto.

Che fui, che seppi, e che vid'io finora?
Io, che a mirarti, oimè! sì tardi arrivo;
E, giunto in tempo, altr'uom già forse io fora.

Or che a te sola penso, e parlo, e scrivo,
E son tuo, se mi vuoi, finch'io mi mora;
Ora incomincio e ardisco dir, ch'io *vivo*.

XXVIII

E s'egli è ver, che allo stellato giro
Libera e sciolta il voi dispieghi ardita
L'alma, e per morte in noi non sia finita
Ogni gioja, ogni spene, ogni martìro;

Io, fatto spirto, a nullo bene aspiro,
Che a quel ch'io m'ebbi innanzi alla partita;
La sola vista di beltà infinita,
A cui bontade ed onestà si uniro.

Là, se il gran Nume a dar ragion mi appella
Del mio terreno oprar, null'altro anelo,
Che poter dirgli: Io vissi anima ancella

Di duo begli occhi, e vagheggiai, nol celo,
Di quante festi mai l'opra più bella:
Nè merto altr'ebbi, che l'amor ch'io svelo.

Paratextos

Sonetos traducidos

TRAD. DE JUAN LUIS ESTELRICH

I

Si te amo? ¡Oh mi amor! Palabra humana
nunca podrá decir cuánta me inspiras
honda dulzura si piadosa giras
á mí tus ojos de expresión arcana.

Si te amo? Y lo preguntas? Pues es vana
mi mudez? y mi pena si suspiras?
y el alma mía que extasiada miras
absorbiendo su lumbre soberana?

¿No te lo dice el llanto en que me inmolo
de timidez y de esperanza extremo
que quiero reprimir y al par derramo?

Todo lo dice en mí. Mi lengua sólo
sabia lo calla, que en mi amor supremos
fuera muy poco el exclamar: te amo

II

Si dejaré deamarte? Antes del cieloç
se extinguirá la luz en toda estrela;
el gran planeta que el fulgor destella
cubierto quedará de eterno velo;

Antes faltaran al invierno el hielo,
céfiro y flor a la estación más bella,
arco y carcaj á mi señor, y aquella
hermosa juventud al dios de Delo.

Cesar de amarte? ¡Amada sin medida!
di: tuya no es el aura que respiro?
no me eres fuente y oacasión de vida?

En ti sellada mi existencia miro,
y hasta que el alma emprenda su partida
tuyo será, no de otra, mi suspiro.

III

En esta larga fecha ya pasada
de seis lustros no exclamo: yo he vivido;
pues cuanto vi, leí, ó he aprendido,
considero, mi amor, que todo es nada.

Quizá aprendí lo que hay en tu mirada
cuanmdo llego á adorarte embebecido?
calla mi voz si me pregunto ardido
lo que antes fui de conocerte, amada.

Qué fui, qué supe, qué aprendí, qué viera?
Tarde ¡ay de mí! para adorarte arribo,
que á llegar antes más amante fuera.

Mas hoy que vivo en ti, que por ti escribo,
y tuyo soy y amado hasta que muera,
hoy comienzo a exclamar que al fin yo vivo.

IV

Y si es verdad que al estrellado cielo
mover libre y feliz sus alas sabe
el alma, y por la muerte no se acabe
la esperanza, la dicha, y hasta el duelo;

Hecho espíritu ya, por sólo anhelo,
quiero y no más lo que mi afecto alabe;
quiero a la amante en quien juntarse cabe
la hemosura y virtud en este suelo.

Cuando el gran Numen llamaráme al juicio
de mi terreno obrar, no más quisiera
que poderle decir: Viví al servicio

De sus ojos, y amé con fe sincera
el sér a su hermosura más propicio.
Salvarse el alma por su amor espera.