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Datos del documento

Original, título
Sei giornate
Original, fechas
1ª edición: 1534. Edición de base: 1534 (Opera nova del divo et unico signor Pietro Aretino... Nápoles, [s.n.]) o alguna sucesiva basada en esta.
Lugar de publicación
Sevilla
Editor/Impresor
Juan de León (impresor)
Fechas
1547 [edición]
Edicion
1ª ed.
ISBD
Coloqio [sic] de las damas / [del phamoso e gran demostrador de vicios e uirtudes Pedro Aretino... ; agora nueuamente tradusido [sic] de lengua toscana en castellano, por el Beneficiado Fernan Xuares...]. — Fue impresso ... en ... Seuilla : por Juan de Leon Impressor, 1547. — 132, [4] h.. — Menciones de responsabilidad tomadas de la portada secundaria.
Fuente
Consulta en microfilm.
Verificada
Descripción del contenido
  • Portada: Frontispicio: «Coloqio | delas da | mas. | CON PREVILE | GIO INPERIAL | 1547». Portada (1v): «Coloquio | del pha | moso egran d[e] mo | strador de vicios euirtudes | pedro Aretino en el qual se | descubre[n] las falsedades tra | tos engaños e hechiserias [sic] | d[e] que vsan las mugeres ena- | moradas para engañar alos | sinples y au[n] alos muy auisa- | dos honbres que dellas se | enamoran. Agora nueuame[n] | te tradusido de lengua tosca | na en castellano, por el Be | ne ficiado Fernan xuares | vesino enatural de seuilla | Dirigido al discreto letor».
  • Preliminares del editor o del traductor: «El interprete desta obra al lector» (2r-10v): inc. «Bien creo amado lector que sera menester dar a entender q[ue] causas me mouiero[n] no[n] solo atradusir e[n] nuestra lengua este dialogo», expl. «genio y erudicion qualquiera cosa es rason q[ue] se estime en algo hasta que dios nuestro señor me demas para que yo pueda dar mas LAVSDEO» || «duda | Es la duda. | Si es pecado leer libros de historias prophanas como los libros de amadis y de dontristan y como este coloquio» (10v-14v): inc. «Respondo y digo q[ue] para inteligencia dela verdad q[ue] en esta materia sea de tener sea de notar lo sigie[n]te», expl. «Porque se pone en peligro d[e] peccar mortalmente y en cosa que puede escusar. Mas se pudiera este[n]der esta respuesta, pero para lectura presente y p[ar]a otras muchas puede bastar lo dicho» || «El interprete al lector» (15r-15v): inc. «Si por ve[n]tura alguno mas curioso delo que co[n]uiene murmura[n]do acusasse al traductor deste colloquio», expl. «excepto en algunas partes do[n]de totalme[n]te conuino huyr della por ser de poco fruto y de mucho escandalo, y murmuracion». || «La detrminacion de la dubda q[ue] esta puesta al pri[n]cipio deste Coloquio y estas coplas quieren d[e]zir una mesma cosa. Y es bien que se pongan en libros prophanos para auisar alos lectores» (132v-[2]r): inc. «No hay cosa tan mala sigun los doctores», expl. «yra lo profano cayholicamente. | Fin». ([2]v-[4]v) «Tabla de vicios. | Castigaciones de algunos defectos que se cometieron enla impressio[n] deste Coloquio por algun descuydo de correcion» inc. «folio enla buelta linea. 10», expl. «esta vna cosa que dize Antonia a de dezir Lucrecia».
  • Texto: (16r-17v): «Coloqio del famoso Pedro aretino, e[]n el qual son interlocutores Lucrecia y Antonia. | Argumento dela obra» inc. «Lucrecia y Antonia fueron grandes amigas en su moçedad, por ser naturales e auerse criados juntas enla ciudad de Bolonia», expl. «y como Lucrecia auia mas peregrinado por el vniuerso dio mas larga cuenta de si y de su vida a Antonia, que cansada ya de escuchar dieron fin a su platica». Texto: (18r-132v): inc. «An. Cue[n]ta me de como llegaste a Roma con tu madre. | Lu. Con buen comienço sea. Nosotras llegamos la vigilia de sant Pedro», expl. «Lu. Pues yo tendré especial cuydado d[e] seguir tu consejo y no exceder en cosa y dicho esto dieron co[n]clusion a su coloquio. | FIN».
  • Colofón: ([4]v) «Fue impresso el presente coloquio enla muy noble & muy leal ciudad de Seuilla por Juan de Leon Impressor a santa Marina. Acabose a dos d[e] Agosto d[e] M.D.xlvij. Con licencia y facultad delos muy magnificos & muy reuerendos señores Inquisidores siendo primero visto y examinado por su comission y ma[n]dado». --
  • Índice: ([2]v-[4]v) «Tabla de vicios. | Castigaciones de algunos defectos que se cometieron enla impressio[n] deste Coloquio por algun descuydo de correcion» inc. «folio enla buelta linea. 10», expl. «esta vna cosa que dize Antonia a de dezir Lucrecia».
Ejemplares
  • BSB, P.o it. 44h.
Observaciones

La traducción está hecha sobre una edición autónoma de la tercera jornada de los «Ragionamenti» publicada (clandestinamente) en Nápoles en 1534 y en Venecia en 1535, con el título de «Opera nova del divo et unico signor Pietro Aretino, la qual scuopre le astutie, scelerità, frode, tradimenti, assassinamenti, inganni, truffarie, strigarie, calcagnarie, robarie et le gran fintion et dolce paroline ch’usano le Cortigiane o voi dir tapune per ingannar li semplici gioveni, per la qual causa i poverelli per ciò restano appesi come uccelli al vischio. Et al fin con vituperio et dishonor posti al basso con la borsa leggiera. Et chi questa opra leggera gli serà uno especchio da potersi schiffar dalle lor ingannatrice mani», título en buena parte coincidente con el de la traducción castellana. — Las ediciones modernas citadas en la Bibliografía no son más que reproducciones del original antiguo (las publicadas a partir de 1961 llevan a cabo una modernización lingüística abusiva, con resultados catrastóficos). — Hay dos prólogos del traductor, en los que éste intenta justificar la publicación de una obra tan libertina con el dudoso criterio de su valor ejemplarizante (mostrar lo malo a la juventud para que lo evite). — El original sufre numerosos recortes en la traducción: resultan omitidos sistemáticamente los pasajes en los que se hallan referencias al sexo o a la religión. Al ser ambos aspectos (especialmente el primero) de tanta importancia en la obra es fácil comprender las graves mutilaciones a las que se ve sometido el texto. Sin embargo, y tal como afirma Menéndez y Pelayo (1943: 66-67), “la traducción no es de las peores que por entonces se hacían del toscano, pero es apelmazada y carece de la viveza y gracia del original”. — Esta traducción fue incluida en el Índice de la Inquisición española de 1559, si bien fue publicada todavía una vez clandestinamente en 1607, lo que prueba que el interés por la obra estaba aún vivo.

Repertorios
Rhodes 1989 (muchos datos a su vez del Index Aureliensis).

Traductor

Xuárez, Fernán s. XVI -

Lo único que sabemos de él es que era "beneficiado" y "vecino e natural de Sevilla". Aparece asimismo como destinatario de una "Verdadera relacion delo sussedido enlos Reynos e prouincias del Peru desde la yda a ellos del Virey Blasco Nûnes Vela hasta el desbarato y muerte de Gonçalo Piçarro (Sevilla, 1549).compuesta por Nicolao de Albenino de la que hay ed. en Paris, Institut d'Ethnologie, 1930, 92 p. con una introducción (en francés) de José Toribio Medina, quien precisa que se trata de una carta que el autor escribió al beneficiado Fernán Xuárez, habitante de Sevilla, para rendirle cuenta de lo que había visto o sabido de seguro sobre el levantamiento indígena y la muerte de Gonzalo Pizarro.

Autor

Aretino, Pietro 1492 - 1556

Imágenes

Frontispicio
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h.1vº
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Bibliografía

Ediciones modernas

  • Aretino, Pietro, “Coloquio de las damas del famoso y gran demostrador de vicios y virtudes Pedro Aretino. Agora nuevamente traducido de la lengua toscana en castellano por el Beneficiado Fernán Xuárez, vecino y natural de Sevilla”, en: Aretino, Pietro, Coloquio de las damas y La cortesana, Madrid, Rodríguez Serra (Colección de libros picarescos, 2), 1900, págs. 1-113.
  • Aretino, Pietro, Coloquio de damas, Madrid, Ambrosio Pérez y cía, 1901 (Palau 16001).
  • Aretino, Pietro, “El coloquio de las damas”, en: Delicado, Francisco - Aretino, Pietro, La lozana andaluza. El coloquio de las damas, Barcelona, Lorenzana, 1965.
  • Aretino, Pietro, “Coloquio de damas”, en: Aretino, Pietro, La cortesana. Coloquio de damas, Madrid, EDAF, 1977, págs. 189-247 (traducción de Aldo Berti, aunque en realidad es un plagio de la de Fernán Xuárez; es nueva ed. de Buenos Aires, EDAF, 1961 y ss., esta vez sin el Decamerón).
  • Aretino, Pietro, “Coloquio de las damas”, en: Menéndez Pelayo, Marcelino, Orígenes de la novela, NBAE, 21, vol. IV, Madrid, Bailly/Baillière, 1915, págs. 250-77.
  • Aretino, Pietro, Coloquio de las damas, Madrid, Ágata, 1994.
  • Aretino, Pietro, “Coloquio de damas”, en: Boccaccio, Giovanni - Aretino, Pietro, El Decamerón. Coloquio de damas. La cortesana, Buenos Aires, EDAF, 1961, págs. 803-873 (traducción de Aldo Berti, aunque en realidad es un plagio de la de Fernán Xuárez; reediciones de este volumen: Buenos Aires, EDAF, 1962, 1964, 1967, 1968, 1970, 1971; Madrid, EDAF, 1971).
  • Gagliardi, Donatella (ed.), Pietro Aretino - Fernan Xuarez, Coloquio de las damas. Dialogo, Roma, Salerno Editrice, 2011.
    Ed. blingüe, anotada y con estudio introductorio
  • Aretino, Pietro, Coloquio de las damas, traducción de Fernán Xuárez, Madrid, Reino de Cordelia, 2021 (ed. Adrián J. Sáez).

Estudios sobre el editor o el impresor

  • Rhodes, Dennis R., “Pietro Aretino in Spain”, Gutenberg-Jahrbuch, 64 (1989), págs. 136-141.
  • Gagliardi, Donatella, “El Ragionamento de Aretino en España: entre censura y moralización”, Studia Aurea, 9 (2015), págs. 391-432.

Estudios sobre la recepción del autor

  • Vian Herrero, Ana, “El legado de «La Celestina» en el Aretino español: Fernán Xuárez y su «Colloquio de las damas»”, en: Arellano, Ignacio - Jesús M. Usunériz (eds.), El mundo social y cultural de la Celestina, Madrtd, Iberoamericana, 2003, págs. 323-354.
  • Menéndez Pelayo, Marcelino, “Primeras imitaciones de La “Celestina””, en: Menéndez Pelayo, Marcelino, Orígenes de la novela, vol. IV, Madrid, CSIC, 1943, 2ª ed..

Estudios sobre la traducción

  • Gagliardi, Donatella, “Aretino moralizado y censurado en la España del XVI: el Coloquio de las Damas en la versión de Fernán Xuárez”, Annali dell'Università degli Studi di Napoli "L'Orientale", 51, n. 2, (2009), págs. 653-670.
  • Calvo Rigual, Cesáreo, “Sobre la recepción de Aretino en España a través de sus traducciones”, Quaderns d’Italià, 6 (2001), págs. 137-154.
  • Aretino, Pietro, Coloquio de las damas y La cortesana, Madrid, Rodríguez Serra (Colección de libros picarescos, 2), 1900.
  • Gagliardi, Donatella (ed.), Pietro Aretino - Fernan Xuarez, Coloquio de las damas. Dialogo, Roma, Salerno Editrice, 2011.
  • Gagliardi, Donatella, “El Ragionamento de Aretino en España: entre censura y moralización”, Studia Aurea, 9 (2015), págs. 391-432.
  • Giordano, Anna - Calvo, Cesáreo, “Introducción”, en: Aretino, Pietro, Las seis jornadas. La Cortesana, Ed. y trad. de Anna Giordano y Cesáreo Calvo, Madrid, Cátedra, 2000, págs. 7-84.
  • Guidotti, Gloria, “La vita delle puttane” al “Colóquio” [sic] de las damas”, en: El Renacimiento italiano, Actas del II Congreso Nacional de Italianistas. (Murcia, 1984), Salamanca, Universidad de Salamanca, 1986, págs. 247-257.
  • Pancorbo Murillo, Fernando José, “Coloquio de las damas: la autocensura previa a la censura militante”, Revista de literaturas hispánicas, 2 (2015), págs. 7-15.

Textos

Paratextos

Prólogo del traductor

El intérprete desta obra al lector.

Bien creo, amado lector, que será menester dar a entender qué causas me movieron, no sólo a tradusir en nuestra lengua este diálago, sino también avello encomendado a la emprenta y divulgallo tan en público, Porque parece cosa más para, como disen, echarle tierra y no sacar a plaça tan abominable cieno corrompedor de toda salud de la casta limpiesa, [2v] que no para traello en las manos como provechoso, mayormente divulgando tantos casos de malicia, de traiciones, de engaños y de torpesas feas, los quales, como dende nuestra niñés están nuestros sentidos inclinados al mal, más aína se tomarán por traça para sacar otros que por aviso para aborrecer & huir los semejantes. Y también parece cosa resia que no aviendo cosa de que sea más costosa la jactura e pérdida que la del tiempo, pues nunca se puede recuperar por su curso tan en posta que nunca torna a las manos la ocasión que una [3r] ves se sale dellas. Y que siendo esto ansí se haga tan manifesta jactura y pérdida dél, perdiendo en leer estos que parecen enxemplos feos y no solamente no útiles pero tan peligrosos si se le[e]n para inmitallos, en el qual tiempo se podrían leer cosas de santa dotrina, de reprehensión de los vicios, de loor y muestra de las virtudes, de reglas de avisos para acertar a paçar este destierro conforme a la voluntad del señor, que nos quiere e procura sacar dél y aposentarnos en la tierra de nuestro descanso. Con rasón digo será menester apercebir este [3v] mi propósito de escudo y de armas, para que antes que él se lea, se lean e conoscan las causas ligítimas, onestas e provechosas que a ello no sólo me movieron, pero casi me compelieron e forsaron. Si yo quisiese agora pararme de espacio e deplorar el corrompimiento tan grande e desenfrenamiento tan desvergonçado y torpesa tan bestial de nuestros tiempos, no solamente en la sana juventud sino que en la arrugada vejés: se tiñen las canas, se enxeren en la boca dientes postisos, se remoça en los trajes el que [e]sta decrépito con las rugas e [4r] reuma, sería nunca acabar. Basta que otra ves se dirá: [Genesis, 6] Agora toda la carne a corrompido su camino. Y assí otra ves a traído nuestro dios sobre la tierra otro diluvio, no de agua, donde se abrieron las fuentes e abismos de la tierra y las cataratas de los cielos, sino la plaga y dolencia no sabida de los antiguos ni escrita por los médicos, la qual cada nación la echa a los estraños: el francés la llama dolencia española; el español la llama dolencia Francesa; otros la llaman mal de las Indias. Porque ansí como echamos siempre la culpa de nuestra culpa [4v] a otros , Adán a Eva, Eva a la serpiente, ansí echamos el açote del pecado a culpa de otros. Pero a la verdad, como el pecado está en todos ansí esta cruel enfermedad e diluvio de la divina justicia a sido universalmente en todos, porque ansí como la carne inventa nuevas maneras de pecar, la divina justicia inventa nuevos açotes para la afligir y castigar. Pues viendo yo este malaventurado e fidiondo corrompimiento, e aunque açotado nunca corregido para que pueda dezir otra ves Dios: [Isaías, 1] ¿Para qué os tengo de açotar, pues siempre [5r] añedís el pecar? Y conociendo ansí mesmo que entre las plagas que este vicio en nuestros tiempos a inventado a sido que a turbado ansí el juizio de todos, que lo que antes solía ser causa de apartarse un hombre de una muger era verla hazer por otro, y agora eso haze darle más y servilla más, perderse por ella más, pensando los tristes quedar con pujas con la renta, como si fuese almoxarifalgo. Ansí vemos tantos mancebos en dos meses gastar lo que sus padres ganaron en cincuenta años, y que quando llevaron a su padre a la sepultura eran [5v] ricos, y que quando ovieron de haser el cabo daño fue el cabo de la hazienda y de la honra. Otros tomados, como dizen entre puertas, feridos, acuchillados y resgatada la vida por dineros como si fuesen remeros de Barbaroxa, agora verán en este libro cómo no es el camino ése para escapar de sus lasos, pues verán sus engaños, sus mentiras, sus dicimulasiones, su fingida muestra de amor, sus lágrimas sacadas de los ojos como si las tuviesen en la bolsa, su falagar hasta tresquilar toda la fuersa a Sansón y después dexallo [6r] en los filisteos; e aun al tiempo del tresquilar, con una mano lo están halagando e con veinte lo están escarneciendo. Esta manera de avisar a la juventud no es nueva ni tiene pequeña auturidad, pues la divina escritura la usa y se aprovecha della. E ansí dise Salomón: [Proverbiorum, 5] Panal de miel trae en los labios la muger desvergonçada y su garganta más blanda que el azeite, pero lo con que acaba es más amargo que el acíbar, y su lengua corta más que cuchillo de dos filos, sus pasos van encaminados a la muerte y sus pisadas deçienden a los infiernos. [6v] Ved cómo avisa la divina escritura a los que engaña y descuida la juventud que las palabras de las semejantes, aunque parecen dulces como miel y blandas y halagüeñas como azeite, que al fin es todo postema, hiel y camino cierto para la muerte; ansí otra ves escriven sus cautelas y engaños más manifiestamente; y dize Salomón: [Proverbiorum, 6] De mi ventana a prima noche vide un mancebo sin consejo paseándose por la plaça par de la puerta de una mundana y luego sale a él una muger vestida como profana dispuesta para engañar las almas, [7r] parlera, andariega, sin que pueda parar ni estar encerrada en casa, agora en la plaça, agora en la puerta, siempre usando de insidias; e abraça aquel mancebo e besolo, e con cara desvergunçada le habló e le dixo: "Salí a cumplir un sacrificio que devía por mi salud. Oy e cumplido mi voto y depués de cumplido salí por encontrarme contigo, que tenía mucho deseo de verte, y ete hallado. Tengo mi cama muy ataviada e colgada de tapicerías traídas de Egito. Tengo mi aposento sahumado oliendo a mirra e canela e a otros olores. Andacá, démonos [7v] al amor y gosemos de los abracijos que tanto deseo toda esta noche. No está mi marido en su casa: fuese camino muy lexos, llevó la bolsa llena de dineros, no vendrá fasta en fin del mes". Con estas palabras lo enlazó y con los falagos de sus labrios lo atraxo. Y luego se fue en pos della como buey llevado para sacrificio y como cordero iñorante que no sabe que lo llevan para atallo al loco hasta que la saeta le traspase el coraçón. Bien creo que e dado a entender cómo este descubrir los engaños de las semejantes que aquí se descubren es auturisado [8r] en la escritura, todo para desviar la ciega juventud de semejantes peligros, y por tanto les amonesta con tanta vehemencia que huyan no solamente los peligros sino las ocasiones. Y ansí dize: [Ecleziastes, 7] Entre mil hombres hallé uno, entre las mugeres no hallé ninguna. No porque no aya muchas santas prudentes, onestas, de recaudo e virtuosas; pero por apartar a los hombres deste peligro que aquí tratamos, para que no solamente huyan del peligro sino de la ocasión, les dizen que se recaten de todas. Esto es lo que yo aquí e pretendido avisar [8v] a los hombres de los engaños dellas, que abran los ojos para que cuando se sientan más halagados entonces miren más por el riesgo que corre su alma y el peligro que lleva su honra, quan entre la cruz y el agua bendita trae la vida, y cómo no lo an por más que por consumille toda la fazienda. Y si de aquí nuestra mala inclinación tomare ocasión para pecar eso no es a culpa desta obra, sino de nuestra mala condición, la qual como estómago muy corrompido, que la medicina que se le da para su salud la convierte en malos humores pero [9r] no por esso se le a de dexar de dar porque el arte haze lo que en sí es y ansí yo lo que es en mí, Dios nuestro señor le puede dar el sucesso conforme a su misericordia; quánto más que como aquí se traten los engaños de las malas. E yo escrivo para que lo lean los hombres y no las mugeres: para ellos está aquí el aviso; ellas no lo tomarán, pues no leen de aquí ningun mal exemplo; y por esso no será tiempo mal gastado leer estos avisos, pues aunque van deste color, van encaminados para sus provechos, porque si a essos mancebos con [9v] quien hablo les combidasse con un tratado del título que les paresciere, o Via de espíritu o Subida del monte Sión o Doctrina christiana, a la hora la echarían de las manos como cosa impertinente a lo que professan. Dexadme, pues, en esta atriaca o confación que fago poner este color de ponçoña por que ansí venga a sus manos y la lean y vean con sus ojos y dentro hallen debaxo desta golosina la salud y el avizo que yo pretendo. Dicho e a quanto creo mi propósito: paresceme que va encaminado a buen fin. El Señor, [10r] que sólo puede sanar coraçones e alumbrar almas, [Ioannis, 1] como lux que alumbra en la tinieblas, él haga de manera que todos saquen de aquí el consejo que va encubierto y escupan y denuesten la cortesa de carne en que va encubierto. Y si de mi intención provecho oviere, sea para su magestad la gloria, como suya e a quien solamente se deve. Y a quien pareciere muy fuera deste fin y no allegado a rasón este coloquio le suplico me perdone, que yo hize lo que pude, y si más pudiera más hiziera. Por tanto, como dádiva de hombre pobre de ingenio [10v] y erudición, qualquiera cosa es rasón que se estime en algo, hasta que Dios nuestro señor me dé más para que yo pueda dar más.

LAUS DEO

Localizacion
h. 2r-10v

Justificación del traductor

Es la duda.

Si es pecado leer libros de historias prophanas como los libros de Amadís y de don Tristán y como este coloquio.
[11r]
Respondo y digo que para inteligencia de la verdad que en esta materia se a de tener se a de notar lo sig[u]iente. Que las obras que del hombre proçeden en las quales el hombre tiene libertad de hazerlas o dexarlas de hazer, que se llaman obras humanas son en tres diferencias, como son de suyo: buenas, como es amar a Dios, alabarle, contemplarle; otras ay de suyo malas, como es blasfemar, idolatrar, mentir; otras indiferentes, como passearse por la calle, ir al campo. Lo sigundo [11v] questas tres diferencias de cosas tienen también diferentes condiciones en esto: que las que de suyo son malas, por ningún buen fin o buena intención se tornan buenas, y ansí, aunque el hombre diga la menor mentira del mundo por salvar la vida de un hombre, no por esso se escuza de pecado, aunque no siempre es pecado mortal, si no fuese en notable deservicio de Dios o negando al jues lo que es obligado a declarar, o en notable perjuizio de sí propio o del próximo. En esto no me alargo porque lo pongo sólo por exemplo. Pero las que son de suyo [12r] buenas pueden ser malas por el mal fin o mala intención con que se hazen, como si uno rezasse por vanagloria: el tal rezar sería malo por razón de la mala intención. Las obras indiferentes sólo son buenas o malas según el fin por que se hazen; y ansí, si uno se passea por la calle por ver o codiciar mugeres será peccado, pero si está enfermo y le dize el médico que para exercicio & quitar fastidios se passee, porque le ayudará para su salud, es buena obra. También si uno va al campo para matarse con otro será peccado; si va para contemplar [12v] y rezar y alabar a Dios, viendo las yervas & flores & aires, será mérito. Digo, pues, bolviendo a la duda, que leer en tales libros como los arriba dichos de suyo no es peccado, ni de suyo es bien, sino indiferente. Y ansí digo que puede ser peccado mortal y peccado venial y mérito. Declárome: si uno leyesse los tales libros para tomar de allí dichos o sentencias para usar dellas provocando a mugeres a mal será peccado mortal; y también lo será si los lee por holgarse en considerar cosas que allí se cuentan que son contra el sexto [13r] mandamiento, quando se huelga de estar pençando & considerando los tales actos, pero si se huelga de leer unos dichos no por el mal donde van a parar sino sólo por la sutileza & biveza de ingenio con que se dizen, no será pecado mortal. E si por leer los tales libros dexasse de hazer cosa en que tuviesse obligación de necessidad, como dexar de oír missa quando es día de guardar o cosa semejante, pero si demaziadamente éste se huelga de leer aquellas historias & passa mucho tiempo sin intervenir otro mal, será peccado venial. [13v] Y si uno los leyesse por manera de recreación moderada, como si uno que está acostumbrado a estudio estuviesse mal & no pudiesse sin congoxa estar sin leer o oír leer algo y vee que leer cosa de siencia le fatiga el ingenio, este tal podría con mérito leer los tales libros, porque aquella manera de leción es como medicina, y como le sería lícito y meritorio tomar medicina para quitar el dolor del cuerpo, le sería lícito la tal leción para quitar la fatiga que el estar ocioso el ingenio le da; esto entiendo quando la tal persona viesse [14r] que no holgaría tanto su ingenio en leer historias verdaderas como en las de vanidad. Pero todos los lectores enfermos o sanos del cuerpo tengan tal aviso: que quando los tales libros leyeren vayan con cuidado de no consentir en cosa que allí lean que sea peccado mortal ni holgarse de la pensar; y para esto es bien que el que los lee mire su condición y la experiencia que de sí tiene, & si vee que según su condición no podrá, o no sin gran dificultad, leer los dichos libros sin que estando leyendo venga a consentir o holgarse de [14v] cosas que allí se cuentan que son deshonestas o de tal calidad que la persona no puede holgarse en considerarlas sin que caigan en tal peccado mortal, en tal caso peccará mortalmente en leer estos libros, porque se pone en peligro de peccar mortalmente y en cosa que puede escusar. Más se pudiera estender esta respuesta, pero para lectura presente y para otras muchas puede bastar lo dicho.

Localizacion
h. 10v-14v

Advertencia del Traductor

[15r] El intérprete al lector.

Si por ventura alguno más curioso de lo que conviene murmurando acusasse al traductor deste colloquio diziendo no averlo romançado al pie de la letra de como está en toscano, quitando en algunos cabos partes y en otros renglones, & ansí mesmo mudando nombres & alguna sentencia, y en algún otro lugar diziendo lo mesmo que el auctor, aunque por otros modos, a esto respondo [15v] que en los diversos lugares deste colloquio hallé muchos vocablos que con la libertad que ay en el hablar y en el escrevir donde él se imprimió se sufren que en nuestra España no se permitirían en ninguna impressión por la deshonestidad dellos. De cuya causa en su lugar acordé de poner otros más honestos, procurando en todo no desviarme de la sentencia, aunque por diferentes vocablos, excepto en algunas partes donde totalmente convino huir della por ser de poco fruto y de mucho escándalo y murmuración.

Localizacion
h. 15r-15v

Argumento

[16r] Coloq[u]io del famoso Pedro Aretino, en el qual son interlocutores Lucrecia y Antonia.

Argumento de la obra

Lucrecia y Antonia fueron grandes amigas en su moçedad, por ser naturales & averse criado juntas en la ciudad de Bolonia. & como viniesse allí el campo de la Cezárea Magestad de nuestro invictíssimo Emperador [16v] Charlos quinto a averse de coronar, acertó a posar un Alferes Tudesco en casa de su madre de Lucrecia, el qual, enamorándose della, la tuvo por amiga todo el tiempo que su Magestad estuvo en Bolonia. Y después, al partir de la corte, determinó de irse con él en Ungría, porque todo el exército de César iva allá, a resistir la baxada del gran Turco sobre Viena. E aí dexándo a éste, y rebolviéndose con un capitán italiano, se fue con él a Ancona y a Corron y a otros diversos lugares, hasta que, cansada de seguir [17r] la guerra, se fue a reposar a Roma con su madre, que en todas estas aventuras no la desamparó. Donde, después de aver bivido quatro años, recresciose en su casa una pendençuela entre ciertos Romanos, de que le imponían a ella toda la culpa, por cuya causa se salió de Roma y se vino en Lombardía, donde passó mucho tiempo de su vida. E aviendo andado Antonia en otras tales Ramerías, vinieron a encontrarse, siendo ya ambas mugeres antiguas, en nuestra señora de Lorito. & como se conosciessen, después de averse [17v] abraçado muchas vezes, se sentaron, porque Antonia venía muy flaca, que avía muy poco que salía de tomar el agua del palo santo. E aí començaron a hablar en sus prósperos y aversos sucessos. Y como Lucrecia avía más peregrinado por el universo, dio más larga cuenta de sí y de su vida a Antonia, que, cansada ya de escuchar, dieron fin a su plática.

Localizacion
h. 2r-10v

Versos finales

La determinación de la dubda que está puesta al principio deste Coloquio y estas coplas quieren dezir una mesma cosa. Y es bien que se pongan en libros prophanos para avisar a los lectores.

[[1]r]
I.

No ay cosa tan mala — sigún los doctores
De donde no puede — sacarse bondad,
Ansí como quando — con gran humildad
Aviendo pecado — los muy pecadores
Pueden tomar — avisos mayores
Para más nunca — tornar a pecar,
Viendo que erraron — con falso trocar
Los bienes por males — o bienes menores.

[[1]v]
II.

Ansí tú, lector, — si fueres prudente,
Quando a leerme — cuidoso te assientas,
Ten gran cuidado — que nunca consientas
En cosa que peques — mortíferamente;
Mira no hagas — por poco dulçor
El ánima enferma — con culpa mortal;
Mira no caigas — en pena eternal
Que ansí no aver sido — te fuera mejor.

[[2]r]
III.

Mira que todo — brevíssimamente
El mundo se passa — con sus devaneos:
Reyes y cortes — las justas, torneos,
Amores, requiebros — de muy loca gente.
No quedará — del tiempo presente
Más qué quedó — del tiempo passado;
Por ende qualquiera — que fuere avisado
Oirá lo profano — cathólicamente.

Localizacion
h. [1r]-[2r]