Datos del documento
- Original, título
- Inni sacri (La Passione)
- Original, fechas
- Redacción: 3 marzo 1814 - 15 octubre 1815. 1ª edición: 1815 (Inni sacri, Milano: dalla stamperia di Pietro Agnelli in Santa Margarita); 2ª ed. aum. Milano: presso Vincenzo Ferrario, 1822.
- Lugar de publicación
- Barcelona
- Fechas
- 1859 [edición]
- Edicion
- 1ª ed.
- ISBD
- La Pasión / Traducido de Manzoni [por] M.M.. En: La Ilustración. — t. I, nº 6, p. 57-58 (15-IV-1859).
- Verificada
- ✔️
- Descripción del contenido
-
- Texto: inc. «Temerosos de la ira venidera...», expl. «...y prenda sea de eternal gozar. M.M.».
- Texto (parte): inc. «Temerosos de la ira venidera...», expl. «...y prenda sea de eternal gozar. M.M.».
- Observaciones
La traducción se dispone a tres columnas en la p. 57, y a dos en la 58. Los versos de diez sílabas del original se transforman en dodecasílabos, con el consiguiente cambio de acentos, que en la versión castellana cobra un ritmo más popular y machacón.
Traductor
Milà i Fontanals, Manuel 1818 - 1884
Filólogo y escritor, nacido en Vilafranca del Penedès. Se doctoró en Filosofía y letras en 1845, pasando a ocupar por oposición la cátedra de literatura de la Universidad de Barcelona el año siguiente. Se ocupó tanto de las literaturas hispánicas como de las del resto de Europa, aunque con especial atención a la literatura catalana, a la literatura trovadoresca y a la épica castellana. Presidió dos veces los Juegos Florales (1859 y 1883), en los que defendió la exclusión de la lengua castellana. Presidió la Academia de Bones Lletres, fue miembro de la de Bellas Artes y correspondiente de las de la Historia y de la Real Academia Española. Intervino asimismo en las polémicas ortográficas sobre el catalán de finales de siglo. Su discípulo Menéndez Pelayo publicó sus Obras completas en ocho volúmenes (1888-1896), aunque en realidad no lo son, ya que en 1908 se reunieron en un volumen más sus Obres catalanes.
Otras traducciones
- Decameron. Novella I, 9, 1ª ed. (1875)
- Deberes del hombre, 1ª ed. (1843)
- Deberes del hombre, 3ª ed. (1881)
- Deberes del hombre, 4ª ed.? (1912)
- Deberes del hombre, 2ª ed. (1848)
- [Mensaje de Beatriz], 1ª ed. (1856)
- [Mensaje de Beatriz], 2ª ed. (1892)
- [Conde Ugolino], 1ª ed. (1856)
- [Conde Ugolino], 2ª ed. (1892)
- [Entrada del Infierno], 1ª ed. (1856)
- [Entrada del Infierno], 2ª ed. (1892)
- [Pedro de las Viñas], 2ª ed. (1892)
- [Pedro de las Viñas], 1ª ed. (1856)
- [Picarda], 1ª ed. (1856)
- [Betariz], 2ª ed. (1892)
- [Comparación], 2ª ed. (1892)
- [Comparación], 1ª ed. (1856)
- [Cacciaguida], 2ª ed. (1892)
- [Cacciaguida], 1ª ed. (1856)
- [La Coronación], 1ª ed. (1856)
- [La Coronación], 2ª ed. (1892)
- [Rosa del Empíreo], 2ª ed. (1892)
- [Rosa del Empíreo], 1ª ed. (1856)
- [Descripción], 1ª ed. (1856)
- [Descripción], 2ª ed. (1892)
- [Casella], 2ª ed. (1892)
- [Casella], 1ª ed. (1856)
- [Betariz], 2ª ed. (1892)
- [Betariz], 1ª ed. (1856)
- Los animales parleros, 1ª ed. (1840)
- Tanto gentil aparece y recatada, 2ª ed. (1892)
- Tanto gentil aparece y recatada, 1ª ed. (1856)
- Tanto gentil aparece y recatada, 3ª ed. (1889)
- Tan gentil aparece..., 4ª ed. (1920)
Autor
Manzoni, Alessandro 1785 - 1873
Bibliografía
Ediciones modernas
-
Estelrich, Juan Luis, Antología de poetas líricos italianos (1200-1889), Palma de Mallorca, Diputación de las Islas baleares, 1889.
Estudios sobre el traductor
-
Baasner, Frank & Francisco Acero Yus (dirs.), Doscientos críticos literarios en la España del siglo XIX, Madrid-Darmstadt, CSIC, Instituto de la Lengua Española-Wissenschaftliche Buchgesellschaf, 2007.
Textos
LA PASSIONE
O tementi dell'ira ventura,
Cheti e gravi oggi al tempio moviamo,
Come gente che pensi a sventura,
Che improvviso s'intese annunziar.
Non s'aspetti di squilla il richiamo;
Nol concede il mestissimo rito:
Qual di donna che piange il marito,
È la veste del vedovo altar.
Cessan gl'inni e i misteri beati,
Tra cui scende, per mistica via,
Sotto l'ombra de' pani mutati,
L'ostia viva di pace e d'amor.
S'ode un carme: l'intento Isaia
Proferì questo sacro lamento,
In quel dì che un divino spavento
Gli affannava il fatidico cor.
Di chi parli, o Veggente di Giuda?
Chi è costui che, davanti all'Eterno
Spunterà come tallo da nuda
Terra, lunge da fonte vital?
Questo fiacco pasciuto di scherno
Che la faccia si copre d'un velo
Come fosse un percosso dal cielo,
Il novissimo d'ogni mortal?
Egli è il Giusto che i vili han trafitto,
Ma tacente, ma senza tenzone;
Egli è il Giusto; e di tutti il delitto
Il Signor sul suo capo versò.
Egli è il santo, il predetto Sansone
Che morendo francheggia Israele;
Che volente alla sposa infedele
La fortissima chioma lasciò.
Quei che siede sui cerchi divini,
E d'Adamo si fece figliolo,
Né sdegnò coi fratelli tapini
Il funesto retaggio partir:
Volle l'onte, e nell'anima il duolo,
E l'angosce di morte sentire,
E il terror che seconda il fallire,
Ei che mai non conobbe il fallir.
La repulsa al suo prego sommesso,
L'abbandono del Padre sostenne:
Oh spavento! l'orribile amplesso
D'un amico spergiuro soffrì.
Ma simìle quell'alma divenne
Alla notte dell'uomo omicida:
Di quel Sangue sol ode le grida,
E s'accorge che Sangue tradì.
Oh spavento! lo stuol de' beffardi
Baldo insulta a quel volto divino,
Ove intender non osan gli sguardi
Gl'incolpabili figli del ciel.
Come l'ebbro desidera il vino,
Nell'offese quell'odio s'irrita;
E al maggior dei delitti gl'incita
Del delitto la gioia crudel.
Ma chi fosse quel tacito reo,
Che davanti al suo seggio profano
Strascinava il protervo Giudeo,
Come vittima innanzi a l'altar,
Non lo seppe il superbo Romano;
Ma fe' stima il deliro potente,
Che giovasse col sangue innocente
La sua vil sicurtade comprar.
Su nel cielo in sua doglia raccolto
Giunse il suono d'un prego esecrato:
I celesti copersero il volto:
Disse Iddio: Qual chiedete sarà.
E quel Sangue dai padri imprecato
Sulla misera prole ancor cade,
Che mutata d'etade in etade
Scosso ancor dal suo capo non l'ha.
Ecco appena sul letto nefando
Quell'Afflitto depose la fronte,
E un altissimo grido levando,
Il supremo sospiro mandò:
Gli uccisori esultanti sul monte
Di Dio l'ira già grande minaccia;
Già dall'ardue vedette s'affaccia
Quasi accenni: Tra poco verrò.
O gran Padre! per Lui che s'immola
Cessi alfine quell'ira tremenda;
E de' ciechi l'insana parola
Volgi in meglio, pietoso Signor.
Sì, quel Sangue sovr'essi discenda;
Ma sia pioggia di mite lavacro:
Tutti errammo; di tutti quel sacro
santo Sangue cancelli l'error.
E tu, Madre, che immota vedesti
Un tal Figlio morir sulla croce,
Per noi prega, o regina de' mesti,
Che il possiamo in sua gloria veder
Che i dolori, onde il secolo atroce
Fa de' boni più tristo l'esiglio,
Misti al santo patir del tuo Figlio
Ci sian pegno d'eterno goder
Traducción
LA PASION
(Traducido de Manzoni)
Temerosos de la ira venidera,
recogidos el templo visitemos
como quien llora desventura fiera
que ha sentido de súbito anunciar:
no esperemos que suenen las campanas
pues triste rito las acalla agora.
Y cual de dueña que el marido llora
es sombría la veste del altar.
Cesad, himnos: misterios levantados.
Cesad, donde por místico camino
su figura de panes transformados
la Hostia viva de paz y amor bajó.
Se oye un canto. Atendamos: ya Isaías
entnó en Israel el mismo canto.
El día aquel en que divino espanto
su corazón fatídico agitó.
¿De quién, ó Vate de Judá, cantaste?
¿A quién ante los ojos del Eterno
cual tallo en dura tierra, nos mostraste,
lejano del viviente manantial?
¿Quién será el flaco de desprecio hartado
que su faz cubrirá con negro velo
como amagado del furor del cielo,
hombre nuevo en la raza del mortal?
Este es el Justo: mudo y sin defensa
de los infames soportó el agravio;
Este es es Justo: la común ofensa
el Señor en su frente derramó.
Este es el Santo: fue Sansón su emblema
cuando a Israel emancipó su muerte,
cuando su amor la cabellera fuerte
a la esposa traidora abandonó.
El que mora en los círculos divinos
entrar quiso de Adán en la progenie
y quiso con hermanos tan indinos
el funesto legado compartir:
buscó el oprobio y el dolor y el llanto
y la angustia del tránsito postrero
y el terror del delito compañero
quien jamás pudo un punto delinquir.
Sufrió repulsa humildemente orando,
sufrió del Santo Padre el abandono
y hasta ¡qué horror! el ósculo nefando
de un amigo perjuro, él lo sufrió.
Mas deste amigo el alma asemejóse
a noche desvelada de homicida:
sólo gritos de sangre oye, y no olvida
que la sangre del Hombre-Dios vendió.
¡O negro espanto! ya escarnece osada
la turba vil aquel divino aspecto
do fijar no se atreve su mirada
la inmaculada hueste angelical;
cual ebrio que más vino y más anhela,
al ofender, su furia más se irrita,
y al mayor de los crímenes incita
de su crimen el júbilo brutal.
Y quien fuese aquel manso y triste reo
que a su profano tribunal un día
arrastró la protervia del hebreo
como inocente víctima al altar,
no adivinó de Roma la soberbia;
antes en su delirio se creyera
que la sangre inocente parte fuera
para su vil reposo asegurar.
Los celestiales de dolor transidos
una execrable imprecación oyeron,
el rostro se cubrieron de afligidos
y dijo Dios: "lo que pedís será."
Y cae ya sobre la raza triste
la sangre por los padres imprecada.
Y de una edad en otra edad, mudada,
ella la sangre sacudido no ha.
Ved: apenas en el tálamo nefando
el Afligido descansó la frente,
y un altísimo grito al cielo dando
el último suspiro despidió;
a los verdugos que en el monte triunfan
Amenazó la ira omnipotente,
y cual caer debiendo de repente
a las altas moradas se asomó.
O Sumo Pader! la tremenda ira
cese al fin por el Justo que se inmola,
y el alma de los ciegos que delira
en bien convierta tu piedad, Señor.
Si, sobre ellos descienda aquesta sangre,
mas como suave lluvia bienhechora;
todos erramos; Sangre redentora
lave de todos el funesto error.
Tú, Madre celestial, que inmóvil vistes
un Hijo tel morir crucificado,
ruega por nos, o Reina de los tristes,
que podamos su gloria contemplar;
y que el tormento con que rudo el siglo
acrecienta el dolor al desterrado
a su santo sufrir sea mezclado
y prenda sea de eternal gozar.
M.M.