PROYECTO BOSCÁN
CATÁLOGO
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TEXTOS : Dedicatoria
de Garcilaso de la Vega
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Autor(es) : |
CASTIGLIONE, Baldassarre [Balthasar Castellón]
(1478-1529) |
Descripción ISBD : |
Los quatro libros del cortesano / compuestos
en italiano por el conde Balthasar Castellon ; y agora nueuamente traduzidos
en lengua castellana por Boscan. — Barcelona : por Pedro montpezat, 1534.
— CXIV h., a toda pág. 44 lin. Caja 217x149 mm. ; Fol. (30 cm.)
Letra gótica de tres tamaños. — Iniciales flors. — Portada
a dos tintas con un grab. xil. alrededor y el escudo imperial de Carlos
V en el centro. |
Nº de registro : |
490
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Observaciones : |
La puntuación y ortografía
se han regularizado.
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Textos de esta traducción : |
Dedicatoria
de Boscán , Dedicatoria de Garcilaso
de la Vega |
Documentos relacionados con esta traducción : |
Contrato
editorial ,
Privilegio |
A LA MUY MAGNIFICA SEÑORA
DOÑA JERÓNIMA PALOVA DE ALMOGÁVAR
Si no hubiera sabido antes de agora dónde llega el juicio
de Vuestra Merced, bastárame para entendello ver que os parecía
bien este libro. Mas ya estábades tan adelante en mi opinión,
que pareciéndome este libro bien hasta aquí por muchas
causas, la principal por donde agora me lo parece es porque le habéis
aprobado, de tal manera que podemos decir que le habéis hecho,
pues por vuestra causa le alcanzamos a tener en lengua que le entendemos.
Porque no solamente no pensé acabar con Boscán que le traduxese,
mas nunca osé poner en decírselo, según le vía
siempre aborrecerse con los que romanzan libros, aunque él a esto
no lo llama romanzar, ni yo tampoco; mas, aunque lo fuera, creo que no
se escusara dello mandándolo Vuestra Merced. Estoy muy satisfecho
de mí, porque antes que el libro viniese a vuestras manos, ya yo
le tenía en tanto como entonces debía; porque, si agora después
que os parece bien empezara a conocelle, creyera que me llevaba el juicio
de vuestra opinión. Pero ya no hay que sospechar en esto, sino tener
por cierto que es libro que merece andar en vuestras manos para que luego
se le parezca donde anduvo y pueda después andar por el mundo sin
peligro. Porque una de las cosas de que mayor necesidad hay, doquiera que
hay hombres y damas principales, es de hacer no solamente todas las cosas
que en aquella su manera de vivir acrecientan el punto y el valor de las
personas, mas aun de guardarse de todas las que pueden abaxalle. Lo uno
y 1o otro se trata en este libro tan sabia y tan cortesanamente que no me
parece que hay qué desear en él sino vello cumplido todo
en algún hombre, y también iba a decir en alguna dama, si
no me acordara que estábades en el mundo para pedirme cuenta de
las palabras ociosas. Demás de todo esto, puédese considerar
en este libro que como las cosas muy acertadas siempre se estienden a más
de lo que prometen, de tal manera escribió el conde Castellón
lo que debía hacer un singular cortesano, que casi no dexó
estado a quien no avisase de su oficio.
En esto se puede ver lo que perdiéramos en no tenelle.
Y también tengo por muy principal el beneficio que se hace a la
lengua castellana en poner en ella cosas que merezcan ser leídas;
porque yo no sé qué desventura ha sido siempre la nuestra,
que apenas ha nadie escrito en nuestra lengua sino lo que se pudiera muy
bien escusar, aunque esto sería malo de probar con los que traen
entre las manos estos libros que matan hombres.
Y supo Vuestra Merced muy bien escoger persona por cuyo medio
hiciésedes este bien a todos; que siendo a mi parecer tan dificultosa
cosa traducir bien un libro como hacelle nuevo, diose Boscán en
esto tan buena maña que cada vez que me pongo a leer este su libro
o (por mejor decir) vuestro, no me parece que le hay escrito en otra
lengua: Y si alguna vez se me acuerda del que he visto y leído,
luego el pensamiento se me vuelve al que tengo entre las manos. Guardó
una cosa en la lengua castellana que muy pocos la han alcanzado, que
fue huir del afetación sin dar consigo en ninguna sequedad, y
con gran limpieza de estilo usó de términos muy cortesanos
y muy admitidos de los buenos oídos y no nuevos ni al parecer desusados
de la gente. Fue, demás desto, muy fiel tradutor, porque no se
ató al rigor de la letra, como hacen algunos, sino a la verdad de
las sentencias y por diferentes caminos puso en esta lengua toda la fuerza
y el ornamento de la otra, y así lo dexó todo tan en su punto
como lo halló, y hallólo tal que con poco trabajo podrían
los defensores de este libro responder a los que quisieren tachar alguna
cosa dél. No hablo en los hombres de tan tiernos y tan delicados
oídos que entre mil cosas buenas que terná este libro les
ofenderá una o dos que no serán tan buenas como las otras,
que destos tales no puedo creer sino que aquellas dos les agradan y las
otras les ofenden; y podríalo probar con muchas cosas que ellos
fuera desto aprueban.
Mas no es de perder tiempo con éstos, sino remitillos
a quen les habla y le sresponde dentro en ellos mismos, y volverme a
los que con alguna apariencia de razón podrían en algún
lugar desear satisfacción de algo que les ofendiese, y es que
allí donde se trata de todas las maneras que puede haber de decir
donaires y cosas bien dichas a proósito de hacer reír y
de hablar delgadamente, hay algunas puestas por enxemplo, que parece
que no llegan al punto de las otras, ni merecen ser tenidas por muy buenas
de un hombre que tan avisadamente trató las otras partes; y de
aquí podrían inferir una sospecha de no tan buen juicio
ni tanta fineza del autor como le damos. Lo que a esto se puede responder
es que la intinción del autor fue poner diversas maneras de hablar
garciosamente y de decir donaires, y porque mejor pudiésemos conocer
la diferencia y el linaje de cada una de aquellas maneras, púsonos
enxemplo de todas y, discurriendo por tantas suertes de hablar, no podía
haber tantas cosas bien dichas en cada una déstas, que algunas
de las que daba por enxemplo no fuesen algo más baxas que otras.
y por tales creo yo que las tuvo sin engañarse punto en ellas,
un autor tan discreto y tan avisado como éste. Así que ya
en esto se vee que él está fuera de culpa; yo sólo
habré de quedar con una, que es haberme alargado más de lo
que era menester. Mas enójanme las sinrazones y hácenme que
las haga con una carta tan larga a quien no me tiene culpa. Confieso a Vuestra
Merced que hube tanta invidia de veros merecer sola las gracias que se
deben por este libro, que me quise meter allá entre los renglones
o como pudiese. Y porque hube miedo que alguno se quisiese meter en traducir
este libro o (por mejor decir) dañalle, trabajé con Boscán
que sin esperar otra cosa hiciese luego imprimille por atajar la presteza
que los que escriben mal alguna cosa suelen tener en publicalla. Y aunque
esta tradución me diera venganza de cualquier otra que huviera,
soy tan enemigo de cisma que aun ésta tan sin peligro me enojara.
Y por esto , casi por fuerza le hice que a todo correr le pasase; y él
me hizo estar presente a la postrera lima, más como a hombre acogido
a razón que como ayudador de ninguna enmienda. Suplico a Vuestra
Merced que, pues este libro i está debaxo de vuestro amparo, que
no pierda nada por esta poca de parte que yo dél tomo, pues, en
pago desto, os le doy escrito de mejor letra, donde se lea vuestro nombre
y vuestras obras.
GARCILASO DE LA VEGA |
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